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Ir al planificadorEl Roque de Garachico, símbolo del municipio, está situado a unos 300 metros mar adentro.
Tiene una gran importancia cultural e identitaria para La Villa y Puerto de Garachico, al ser el accidente geográfico más característico de la zona y visible desde casi cualquier lugar del municipio.
Para entender cómo este trozo de tierra quedó aislado, debemos remontarnos al momento en el que se empezó a formar la isla baja, sobre la que se asientan los pueblos de Garachico, Los Silos y Buenavista.
Fue durante este periodo cuando los acantilados de La Culata se alejaron del mar a causa de las sucesivas erupciones que vertieron enormes cantidades de lava muy fluida. Esta avanzó rápidamente hacia la costa, precipitándose por los acantilados y generando una plataforma de grandes dimensiones.
Con el paso del tiempo, la acción del mar fue desgastando el litoral de esta nueva plataforma costera, pero el Roque de Garachico resistió gracias a su composición y morfología, y quedó aislado para siempre.
La parte oriental del Roque, al estar más protegida del viento dominante, está ocupada por un tabaibal-cardonal, con buenos ejemplares de tabaiba dulce y cardón, acompañados de corazoncillos, magarzas, barrillas, cornicales, verodes, esparragueras y salados.
En zonas más pedregosas y expuestas hay especies adaptadas a condiciones extremas de salinidad, como la lechuga de mar, el tomillo marino, el perejil marino, la siempreviva de mar o la amenazada siempreviva imbricada.
El roque es de gran importancia para algunas aves marinas, ya que alberga colonias de cría de especies escasas en las islas, como el petrel de Bulwer.
También se reproducen en él la pardela cenicienta y la gaviota patiamarilla, y así como probablemente la pardela chica y el paíño de Madeira. Otras especies nidificantes en el roque son la paloma bravía, el vencejo unicolor y el cernícalo.
Entre los reptiles existen tres especies: el perenquén, el lagarto tizón y la lisa común.
De los invertebrados sorprende la presencia de la chuchanga de dos dientes, un caracol endémico de la isla presente en zonas de laurisilva. También vive aquí un endemismo canario, la polilla canaria de estuche, cuya hembra vive dentro de una pequeña estructura vegetal toda su vida al carecer de alas.
5 ha (<0,01% de la isla).
Tabaiba dulce, cardón, corazoncillo, magarza, barrilla, cornical, verode, esparraguera, salado, lechuga de mar, tomillo marino, perejil marino, siempreviva de mar, siempreviva imbricada, petrel de Bulwer, pardela cenicienta, gaviota patiamarilla, pardela chica, paíño de Madeira, paloma bravía, vencejo unicolor, cernícalo, perenquén, lagarto tizón, lisa común, chuchanga de dos dientes, polilla canaria de estuche.
Tabaibal-cardonal.
Para consultar los permisos de uso y normativa actualizada de este Espacio Natural Protegido, visita la web oficial del Gobierno de Canarias.
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