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Ir al planificadorEl Parque Nacional del Teide es la mejor representación de la alta montaña canaria.
Abarca un paisaje sobrecogedor donde podrás aprender sobre algunos de los fenómenos más espectaculares del volcanismo mundial, ya que presenta a plena vista procesos volcánicos de formación y destrucción comprensibles, incluso para ojos inexpertos.
Se trata de un paraíso geológico, un laboratorio a cielo abierto, un lugar lleno de connotaciones sagradas para los guanches y uno de los grandes iconos del archipiélago. Con estas características no es de extrañar que sea el parque nacional más visitado de Europa.
El Teide lleva fascinado a los viajeros desde el siglo XVI. Tanto es así que algunos de los grandes naturalistas de la historia encontraron en este paraje la base sobre la que inspirar sus teorías revolucionarias, como Humboldt; cuyo trabajo sirvió a Darwin para desarrollar su teoría de la evolución y cambiar definitivamente nuestra forma de mirar al mundo.
Las Cañadas conforman una gran estructura con forma elíptica construida en diferentes fases, en cuyas paredes se encuentran los materiales más antiguos del parque.
Se trata de la mayor caldera volcánica de la Macaronesia, cuya pared norte reposa ahora sobre el fondo marino tras precipitarse hace, aproximadamente, 170.000 años.
Las teorías más recientes dicen que se originó tras una gran explosión que provocó su hundimiento y el deslizamiento hacia el mar. Esta depresión fue rellenándose después con diferentes erupciones que ocurrieron a lo largo de miles de años, dando lugar a la estructura principal que se levanta en medio del parque, el estratovolcán del Teide - Pico Viejo, creando un paisaje espectacular donde se superponen diferentes coladas, tubos volcánicos, fumarolas, conos, pitones y depósitos de cenizas de diferentes colores y formas.
Las últimas erupciones dentro del parque de las que tenemos testimonios son las de Siete Fuentes y Fasnia en 1704, y la del volcán Chahorra, más conocido como Narices del Teide, en 1798.
Puedes recorrer este imponente paisaje a través de sus senderos oficiales o su carretera principal y una completa red de miradores equipados de mesas informativas que te dan la oportunidad de conocerlo a fondo.
La mayor parte de las especies vegetales del parque son endémicas, solo se encuentran en estas altitudes o fueron descritas por primera vez en este entorno. Es por ello que muchas llevan el apellido «Teide» en su nombre, como la violeta del Teide, el alhelí del Teide, la margarita del Teide o la borriza del Teide.
También hay árboles milenarios, entre los cuales se encuentra un cedro que es el más antiguo conocido hasta la fecha en Europa.
Pero el espectáculo botánico más impresionante, la floración de los tajinastes rojos a lo largo del mes de mayo, que atrae a visitantes de todos los rincones del planeta para asistir a una de las maravillas que ocurren en este increíble rincón del Atlántico.
Este despliegue de vida genera una revolución entre los insectos del parque, que acuden en masa a alimentarse de los millares de flores que componen cada una de estas enormes inflorescencias.
Entre la fauna endémica destacan los invertebrados, con unas 70 especies endémicas del parque y alrededor de 450 especies endémicas de Canarias.
El reptil más común es el lagarto tizón, que puedes observar incluso en el cráter del Teide.
Las aves están bien representadas por especies como el cernícalo, el cuervo, el bisbita caminero, el mosquitero canario, el herrerillo, el alcaudón real o el icónico pinzón azul.
Durante el invierno también podrás ver pequeños bandos de mirlo capiblanco, una especie que tiene en el parque su zona de invernada conocida más al sur del planeta.
Para observar los mamíferos autóctonos tendrás que esperar a que caiga la noche para que aparezcan las cinco especies de murciélagos que sobrevuelan y se alimentan en las alturas del parque nacional: el murciélago rabudo, el nóctulo pequeño, el murciélago montañero, el murciélago de Madeira y el murciélago orejudo.
Los mamíferos diurnos incluyen especies introducidas, como el conejo o el muflón, que causan un daño importante a las poblaciones de plantas autóctonas.
18.990,00 ha (9,29% de la isla). Zona Periférica de Protección con 7.515 ha. Su Área de Influencia Socioeconómica la conforman 14 municipios, los 12 con terreno en el parque nacional más Arico y Güímar, que tienen terreno en dicha ZPP. Creado por Decreto de 22 de enero de 1954.
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Edificio volcánico, matorral de alta montaña, pinar, tubos volcánicos, fumarolas, bosques de cedros, malpaíses, campos de cenizas volcánicas, cursos de agua.
Para consultar los permisos de uso y normativa actualizada de este Espacio Natural Protegido, visita la web oficial del Gobierno de Canarias.
Estos son algunos de los puntos de interés que puedes encontrar a lo largo de este recorrido.
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