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Ir al planificadorLos Roques de Anaga, conocidos como el «Roque de Fuera» y el «Roque de Tierra», son una de las estampas más populares de este rincón de la isla.
Gracias a su porte y el llamativo contraste que forman el azul del mar y el cielo frente al gris del terreno salpicado de vegetación, es imposible que este lugar pase desapercibido.
Además de su valor monumental y paisajístico, su aislamiento ha permitido el desarrollo y conservación de numerosas especies de aves y flores, aumentando así la biodiversidad de la isla.
Por esta razón, desde que fue nombrada reserva natural integral el acceso a esta zona está limitado exclusivamente a tareas de investigación.
Geológicamente, los roques son pitones fonolíticos, o lo que es lo mismo, restos de antiguos conductos de salida de magma que quedaron muy compactados al enfriarse. La acción del mar y el viento durante millones de años fueron dejando poco a poco estas estructuras al descubierto.
Por lo tanto, los Roques de Anaga son los restos de las primeras lavas que dieron lugar a la isla de Tenerife. Hoy en día han quedado aisladas en el mar por la acción de la erosión y el retroceso de la línea de costa.
El Roque de Tierra es el que presenta mayor diversidad vegetal con hasta 49 especies distintas, mientras que en el Roque de Fuera existen solo 16.
Ambos roques cuentan con dragos, cardones y tabaibas dulces entre otras 11 plantas en común.
En el Roque de Tierra las especies más amenazadas son el bejeque de San Andrés y, en especial, el pico de El Sauzal, que tiene aquí una de sus dos únicas poblaciones conocidas.
Entre la fauna invertebrada destaca sobre todo un molusco endémico del Roque de Fuera, la chuchanga del Roque de Fuera. También en este roque se encuentra una subespecie del lagarto tizón, el conocido como lagarto del Roque.
El aislamiento ha hecho que estas dos especies evolucionen de forma diferente a como lo hicieron sus parientes en tierra firme.
Los roques también son una de las principales zonas de cría para las aves de Canarias. Por ejemplo, aquí anidan cientos de parejas de gaviota patiamarilla, petrel de Bulwer, pardela chica, pardela cenicienta, paíño de Madeira e incluso del rarísimo paíño común, siendo el Roque de Fuera su único lugar de reproducción en Tenerife.
También el vencejo unicolor utiliza las paredes de los roques para criar, mientras que multitud de aves migratorias y rapaces visitan con frecuencia estos roques en busca de alimento y descanso.
10,0 ha.
Drago, tabaiba dulce, sabina, lotus de El Sauzal, lagarto Tizón del Roque de Fuera, pardela cenincienta, pardela chica, petrel de Bulwer, paíño común y paíño de Madeira.
Barrancos, acantilados costeros, laurisilva, tabaibal-cardonal, sabinar.
Para consultar los permisos de uso y normativa actualizada de este Espacio Natural Protegido, visita la web oficial del Gobierno de Canarias.
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