Sendero PR TF 43 Garachico - Chinyero - Garachico

Grupo de tres palmeras masculinas. Presentan buen aspecto con parterre circular alrededor y alturas 6, 7 y 8 metros. Sus perímetros son de 1.45, 1.60, 1.87 metros. Se considera notable por su belleza y ornamento de esta construcción histórica y zona tradicional del casco municipal. Utilizadas como base de decoración de diversos festejos.

El convento franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles surgió en 1524 a raíz del patrocinio del genovés Cristóbal de Ponte que cedió unos terrenos de su propiedad junto a una ermita existente bajo esta advocación mariana construida a principios del siglo XVI. Posee dos claustros hoy dependencias del ayuntamiento  y una iglesia con capilla anexa dedicada a la Misericordia. Se trata del convento más antiguo del municipio con dos portadas de cantería con frontón y columnas.

En 1643 comenzó a construirse este monasterio en un solar ubicado frente a la costa de Garachico, puesto bajo la advocación de San Pedro y San Cristóbal, por así llamarse los hijos de quien fuera su patrono, Cristóbal de Ponte y Hoyo. Aunque el edificio no padeció la erupción del volcán de Trevejo en 1706, tres años más tarde un voraz incendió lo asoló en su totalidad, siendo reconstruido gracias a la disposición del obispo Juan Francisco Guillén. También ha sufrido las consecuencias de la fuerza del mar, como en 1856, que destruyó parte de la construcción. A diferencia de los otros cuatro conventos de la Villa y Puerto, no fue afectado por la desamortización.

El Espacio Casa de Piedra es lugar de encuentro, de foros y seminarios de artistas, que tienen en este espacio un autentico vivero para la creación, a la vez que un recinto para la exposición de la obra que se genere en este semillero artístico.

En este parque aún se conserva el arco de la puerta que daba entrada al antiguo puerto de Garachico en el siglo XVI. En él también puede verse de cerca el viejo lagar en muy buen estado.

Situado estratégicamente en el margen derecho de la bocana de la antigua entrada natural de Garachico,  actualmente se encuentra en la Avenida Tomé Cano, que bordea el casco histórico de esta localidad por el lado de El Caletón. Al igual que otros, su función era la de defender la entrada a la gran bahía natural que fue sepultada con la erupción de 1706. Su planta es cuadrada,  con una pequeña entrada por el costado sur rematada por diferentes escudos heráldicos.

El Acantilado de La Culata es un acantilado costero que, debido a la formación de la Isla Baja, quedó ubicado tierra adentro. Esta característica geológica es un testimonio visual de los procesos de cambio en la topografía de la región a lo largo del tiempo

Se cuenta que venía una yunta de bueyes arrastrando madera por el camino y un buey cayó, agotado, de rodillas. El gañán o boyero le pegó para que se levantara y el otro buey, en su defensa, habló: «aguante compañero que nuestro dueño lo sufrirá». Tiene 5 pernadas, tres de ellas juntas en la base.

La iglesia de Santa Ana se asienta sobre un solar donado en 1520 por el rico genovés Cristóbal de Ponte. Es muy probable que su advocación responda al hecho de que su mujer se llamara Ana, como suele ser lo propio en estas circunstancias. Afectada por la erupción del volcán de Trevejo en 1706 que sepultó gran parte de la Villa y Puerto, tuvo que ser reconstruida y enriquecida gracias a los bienes muebles de los conventos que también existían en la zona. Su disposición es de tres naves con tres capillas en el testero, la mayor de gran desarrollo.

Pequeño santuario construido en el siglo XX por el Personal Forestal del Estado con la ayuda municipal.

Castillo que sobrevivió a la erupción de 1706, y que en 1999 fue reacondicionado para convertirse en el Centro de Información Patrimonial.

En pocas ciudades se da el caso de que una fecha marque el comienzo de una nueva etapa. Y la historia de Garachico se articula en base a un acontecimiento de tipo natural que marca un antes y un después: la erupción del volcán de Arenas Negras en 1706. Este cono volcánico sepultó por medio de la lava gran parte de las zonas de medianías, el casco y su puerto, y ello trajo consigo grandes pérdidas en lo patrimonial, en lo económico y en definitiva, en lo vinculado con la población de este núcleo de Daute. A partir de ahí comienza una reconstrucción de su trama arquitectónica y urbanística que ha llegado prácticamente intacta hasta la actualidad, aunque durante los siglos XIX y XX la villa experimentó los cambios propios que puede sufrir cualquier sociedad en desarrollo. A pesar de la destrucción del volcán, conserva algunas viviendas señoriales y edificios religiosos que se articulan en un trazado urbano que discurre paralelo a la costa.

El Volcán Montaña Chinyero es un testimonio de la última manifestación volcánica en Tenerife, que ocurrió a principios del siglo XX y tuvo una duración de tan solo 10 días. Este volcán es una importante reliquia geológica que marca un evento significativo en la historia volcánica de la isla.